La Senadora Silvina García Larraburu presentó un proyecto de ley con el objeto de generar la emisión de un billete de dos mil pesos con la imagen del Dr. René Favaloro. 

2020.01.24 Proyecto de Ley Billete 2000 Rene Favaloro La normativa busca crear el papel moneda de mayor valor en nuestro país, debido a que los cajeros no cuentan con efectivo y el dinero ha perdido su valor nominal en razón del índice de inflación que dejó el Gobierno de Mauricio Macri, con una tasa por encima del 50% anual. 

“El billete que proponemos no hace más que asumir la triste realidad a la que nos han sometido estos 4 años. Esta herramienta nos permitirá operativizar el funcionamiento del flujo monetario y combatir los problemas cotidianos que se generan”, resaltó la rionegrina.

Continuó: “La iniciativa tiene el objetivo de reivindicar nuevamente a grandes figuras nacionales e impulsa, en este caso al Dr. Favaloro, cardiocirujano argentino reconocido a nivel mundial por haber desarrollado el bypass coronario con empleo de vena safena y distinguido en el ámbito científico y educativo por el espíritu de enseñanza que formó a cientos de profesionales del país y de América Latina”.

La Senadora recordó que históricamente los billetes han portado las caras de próceres argentinos, y, por primera vez en 2012, bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, una mujer, emblema de nuestro país: Evita.

2020.01.24 Proyecto de Ley Billete 2000 Rene Favaloro

“Como bien dijo el Presidente del Banco Central de la República Argentina, Miguel Pesce, los billetes deben tener la cara de personas que se identifiquen con valores sociales. Por ello proponemos la de René Favaloro, que fue un profesional excepcional, científico destacable, médico de renombre y una persona con valores sociales y de solidaridad profundos” concluyó.

AQUI EL PROYECTO PRESENTADO POR LA SENADORA RIONEGRINA

ARTÍCULO 1°.- Instrúyase al Banco Central de la República Argentina, entidad
encargada de la emisión de billetes y monedas de la Nación Argentina conforme el
artículo 14 inciso k de la Ley Nº 24.144, la emisión del billete de DOS MIL PESOS (2000)
con la imagen del Dr. René Favaloro.
ARTÍCULO 2°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señora Presidenta:
El presente proyecto de ley tiene por objeto introducir en circulación
un billete de DOS MIL PESOS (2000), siendo así el papel moneda de más alto valor en
nuestro país, con la imagen de un emblema para la Argentina: el Dr. René Gerónimo
Favaloro.
El índice de inflación que dejó el gobierno de Mauricio Macri fue
superior al 50% anual, lo cual dejó consecuencias devastadoras para toda la población.
En el día a día del argentino el dinero no alcanza, el billete no rinde y los cajeros no
cuentan con efectivo. Un billete de mayor valor será una herramienta para asumir la
realidad que nos ha dejado la pasada gestión, operativizar el funcionamiento del flujo
monetario y combatir estas batallas cotidianas.
En este sentido, y con el objetivo de reivindicar grandes figuras
proponemos que la cara visible del billete de DOS MIL PESOS sea el Dr. Favaloro.
Biografía: René Favaloro nació en 1923 en el barrio “El Mondongo”
de La Plata. Influenciado por los días que pasaba en la casa de su tío médico y su
vocación de servicio, con apenas cuatro años de edad, comenzó a manifestar su deseo
de ser doctor.
Cursó la primaria en una modesta escuela de su barrio en donde se
fomentaba el aprendizaje a través de la participación, el deber y la disciplina. Después de
la escuela, pasaba las tardes en el taller de carpintería de su padre ebanista, quien le
enseñó los secretos del oficio.
En 1936, entró al Colegio Nacional de La Plata. Allí, docentes como
Ezequiel Martínez Estrada y Pedro Henríquez Ureña le infundieron principios sólidos de
profunda base humanística. Más allá de los conocimientos que adquirió, incorporó y
afianzó ideales como libertad, justicia, ética, respeto, búsqueda de la verdad y
participación social, que había que alcanzar con pasión, esfuerzo y sacrificio.
Al finalizar la escuela ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de
la Universidad Nacional de La Plata. En el tercer año comenzó las concurrencias al
Hospital Policlínico y con ellas se acrecentó su vocación al tomar contacto por primera
vez con los pacientes. El hecho fundamental de su preparación profesional fue su
residencia en dicha institución, en donde se recibían los casos difíciles de casi toda la
provincia de Buenos Aires.
En 1949, recibió una carta de su tío que vivía en la localidad de
Jacinto Aráuz, un pequeño pueblo de 3.500 habitantes en La Pampa, en donde le
explicaba que el único médico que atendía la población estaba enfermo y necesitaba
viajar a Buenos Aires para su tratamiento. Le pedía a su sobrino René que lo
reemplazara por un tiempo. Al llegar a Jacinto Aráuz, entabló rápidamente una amistad
con el Doctor Rachou, quien fallece unos meses más tarde. Su carácter profundamente
humano lo llevo a compenetrarse con los habitantes de ese pequeño pueblo quienes
llevaban una vida muy dura: los caminos eran intransitables los días de lluvia, el calor, el
viento y la arenisca eran insoportables en verano y el frío de las noches de invierno muy
duras.
Al poco tiempo su hermano, también médico, se mudó a Jacinto
Aráuz, donde juntos crearon un centro asistencial y erradicar prácticamente la mortalidad
infantil de la zona, la reducción de infecciones en los partos y la desnutrición, organizaron
un banco de sangre viviente con donantes que estaban disponibles cada vez que los
necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que brindaban pautas para el
cuidado de la salud.
Incluso cuando residía en Jacinto Aráuz, y a lo largo de toda su vida,
Favaloro leía con interés las últimas publicaciones médicas y cada tanto volvía a La Plata
para actualizar sus conocimientos y así quedaba impactado con las primeras
intervenciones cardiovasculares. Terminada su etapa de médico rural, viajó a los Estados
Unidos para hacer una especialización en la Cleveland Clinic, en donde permanece 10
años. Trabajó primero como residente y luego como miembro del equipo de cirugía, en
colaboración con los doctores Donald B. Effler, jefe de cirugía cardiovascular, F. Mason
Sones, Jr., a cargo del Laboratorio de Cineangiografía y William L. Proudfit, jefe del
Departamento de Cardiología.
En sus comienzos en el área cardiovascular, la mayor parte de su
trabajo se relacionaba con la enfermedad valvular y congénita. Su pasión lo llevaba a que
todos los días, apenas terminaba su labor en la sala de cirugía, pasara horas revisando
cinecoronarioangiografías y estudiando la anatomía de las arterias coronarias y su
relación con el músculo cardíaco.
A comienzos de 1967, Favaloro comenzó a pensar en la posibilidad
de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria. Llevó a la práctica sus ideas por primera
vez en mayo de ese año. La estandarización de esta técnica, llamada del bypass o
cirugía de revascularización miocárdica, fue el trabajo fundamental de su carrera, lo cual
hizo que su prestigio trascendiera los límites de ese país, ya que el procedimiento cambió
radicalmente la historia de la enfermedad coronaria. Hoy en día se realizan entre 600.000
y 700.000 cirugías de ese tipo por año solamente en los Estados Unidos.
Su amor por Argentina hizo que regresara a la Argentina en 1971, con
el sueño de desarrollar un centro de excelencia similar al de la Cleveland Clinic, que
combinara la atención médica, la investigación y la educación, tal como lo dijo en su carta
de renuncia al Dr. Effler, jefe de cirugía cardiovascular en Cleveland Clinic:
“Una vez más el destino ha puesto sobre mis hombros una
tarea difícil. Voy a dedicar el último tercio de mi vida a levantar un Departamento
de Cirugía Torácica y Cardiovascular en Buenos Aires. En este momento en
particular, las circunstancias indican que soy el único con la posibilidad de
hacerlo. Ese Departamento estará dedicado, además de a la asistencia médica, a
la educación de posgrado con residentes y fellows, a cursos de posgrado en
Buenos Aires y en las ciudades más importantes del país, y a la investigación
clínica. Como usted puede ver, seguiremos los principios de la Cleveland Clinic.”
Así nació la Fundación Favaloro en 1975. Su espíritu de enseñanza lo
llevó a formar más de cuatrocientos cincuenta residentes provenientes de todos los
puntos de la Argentina y de América latina, punto que fue, sin lugar a duda, uno de sus
mayores orgullos. Contribuyó a elevar el nivel de la especialidad en beneficio de los
pacientes mediante innumerables cursos, seminarios y congresos organizados por la
Fundación, entre los que se destaca Cardiología para el Consultante, que tiene lugar
cada dos años.
En 1980 Favaloro creó el Laboratorio de Investigación Básica, que
financió con dinero propio durante un largo período, que, en ese entonces, dependía del
Departamento de Investigación y Docencia de la Fundación Favaloro. Con posterioridad,
pasó a ser el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de
Ciencias Biomédicas, que, a su vez, dio lugar, en agosto de 1998, a la creación de la
Universidad Favaloro. Actualmente la universidad consta de una Facultad de Ciencias
Médicas, donde se cursan dos carreras de grado -medicina y kinesiología y fisiatría y una
Facultad de Ingeniería, Ciencias Exactas y Naturales, donde se cursan tres carreras de
ingeniería. La investigación abarca más de treinta campos en los que trabajan
profesionales de distintas disciplinas -medicina, biología, veterinaria, matemática,
ingeniería, etc.- en colaboración con los centros científicos más importantes de Europa y
Estados Unidos. Se publicaron más de ciento cincuenta trabajos en revistas
especializadas con arbitraje internacional.
En 1992 se inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y
Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro bajo el lema
“tecnología de avanzada al servicio del humanismo médico” en donde se brindan
servicios en cardiología, cirugía cardiovascular y trasplante cardíaco, pulmonar,
cardiopulmonar, hepático, renal y de médula ósea, entre otras áreas.
Siempre siguió haciendo hincapié en la prevención de enfermedades
y enseñando a sus pacientes reglas básicas de higiene que contribuyeran a disminuir las
enfermedades y la tasa de mortalidad. Con ese objetivo se desarrollaron, dentro de la
Fundación Favaloro, estudios para la detección de enfermedades, programas de
prevención, como el curso para dejar de fumar, y se hicieron varias publicaciones para el
público en general a través del Centro Editor de la Fundación Favaloro.
Miembro activo de 26 sociedades, correspondiente de 4, y honorario
de 43, Favaloro recibió innumerables distinciones internacionales entre las que se
destacan: el Premio John Scott 1979, otorgado por la ciudad de Filadelfia, EE.UU; la
creación de la Cátedra de Cirugía Cardiovascular “Dr René G. Favaloro” (Universidad de
Tel Aviv, Israel, 1980); la distinción de la Fundación Conchita Rábago de Giménez Díaz
(Madrid, España, 1982); el premio Maestro de la Medicina Argentina (1986); el premio
Distinguished Alumnus Award de la Cleveland Clinic Foundation (1987); The Gairdner
Foundation International Award, otorgado por la Gairdner Foundation (Toronto, Canadá,
1987); el Premio René Leriche 1989, otorgado por la Sociedad Internacional de Cirugía;
el Gifted Teacher Award, otorgado por el Colegio Americano de Cardiología (1992); el
Golden Plate Award de la American Academy of Achievement (1993); el Premio Príncipe
Mahidol, otorgado por Su Majestad el Rey de Tailandia (Bangkok, Tailandia, 1999).
Su incansable compromiso por el otro fue su guía a la hora de
transmitir valores: todo universitario debe comprometerse con la sociedad y prefirió ser
recordado como docente más que como cirujano. Por esa razón, dedicó gran parte de su
tiempo a la enseñanza, tanto a nivel profesional como popular.
Históricamente los billetes han portado las caras de próceres
argentinos, y, por primera vez en 2012, bajo la presidencia de Cristina Fernández de
Kirchner, una mujer, emblema de nuestro país: Evita. Como bien dijo el Presidente del
Banco Central de la República Argentina, Miguel Pesce, los billetes deben tener la cara
de personas que se identifiquen con valores sociales. Por ello proponemos la cara de
René Favaloro, que fue no solo un profesional excepcional, científico destacable y
médico de renombre, una persona con valores de solidaridad y humanismo profundo.
Por todas las razones expuestas, solicito a mis pares la aprobación
del presente proyecto de ley.

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