El chofer de un taxi de Cipolletti y el titular del vehículo tendrán que indemnizar en más de 400 mil pesos a una ciclista que sufrió lesiones luego de embestir la puerta del coche, que fue imprevistamente abierta mientras permanecía estacionado en la calle Villegas.
El fallo, que es de primera instancia y aún no está firme porque puede ser apelado, consignó que hubo una falta de previsión por parte del chofer del taxi estacionado. Se le reprocha al conductor no haber observado a través del espejo retrovisor o directamente girando la cabeza hacia atrás.
“Indudablemente, violó el deber objetivo de cuidado que le era exigible al abrir la puerta de su vehículo sin advertir la circulación de la damnificada. Es cierto que la apertura de puertas configura una contingencia del tránsito que debe ser prevista por quienes circulan cerca de vehículos estacionados; aunque ello no genera como principio absoluto – la obligación de mantener una distancia lateral mínima para facilitar aquel accionar. Y aun cuando la demandante haya sido la embistente desde una perspectiva física, desde la óptica jurídica no puede considerársela causante del siniestro, porque queda claro – la apertura intempestiva de la puerta del conductor se constituyó en un obstáculo insalvable para su trayectoria”, dice la sentencia.
La mujer, de 31 años, sufrió traumatismo facial, otro traumatismo en la pelvis derecha, fractura de tabique nasal con desviación y un golpe en la pierna.
La pericia médica arrojó una incapacidad del 11% y eso se tradujo en una indemnización por equivalente a la suma de 360.268,95 pesos.
El fallo receptó otros rubros como el daño moral y los gastos de farmacia y asistencia médica. En total el chofer y el dueño del vehículo deberán indemnizar a la damnificada por la suma de 475.268,95 pesos más intereses.
