Durante cuatro largas jornadas, a fines de octubre, ambos funcionarios fueron juzgados por el desempeño que tuvieron en la causa que terminó con el doble femicidio de Karina Apablaza (31) y Valentina (11), que estremeció a Las Ovejas y a toda la provincia.
Desde un primer momento, el
jury fue impulsado por la familia Apablaza y sus abogados, Gustavo Lucero y Gisella Moreira, ya que entendían que ambos tenían una cuota de responsabilidad en las muertes. “Quedó evidenciada la inoperancia que hay en las oficinas judiciales de Chos Malal, y justo ellos ignoraron todos los pedidos de auxilio de Karina, su vida corría riesgo”, había explicado en una conferencia de prensa Alejandra Apablaza, hermana de Karina, durante el desarrollo del jury.
El doble femicidio ocurrió el 22 de febrero, cuando Lorenzo Muñoz las interceptó en plena calle y las apuñaló. Sin embargo, antes de los brutales femicidios, Karina lo había denunciado en septiembre de 2017 por abusar de Valentina y luego radicó otra denuncia donde advertía que temía por su vida.
Uno de los testimonios que resultaron claves en el proceso fue el de la asistente social que recibió a Karina, Rocío Durán. La profesional declaró que incluso en octubre, cuando Muñoz violó la restricción de acercamiento y la amedrentó en la calle, Karina se comunicó con el fiscal Videla “para ver qué se podía hacer, porque sentía que había pasado un límite”.
En el último día del jury, que se extendió por casi ocho horas, el fiscal especial Marcelo Medori solicitó que ambos funcionarios fueran destituidos de sus cargos. Como argumentación en su alegato de cierre, Medori explicó que Choco en su intervención como juez civil estableció medidas, como la prohibición de acercamiento, pero que nunca las controló. Sin embargo, apuntó contra el fiscal Videla y afirmó: “Él sí tenía medidas, pero las omitió”.
Pese a que la defensa había pedido la absolución, se confirmó la destitución del fiscal Ricardo Videla y la suspensión del juez civil Carlos Choco.
Juzgan al cuñado de Lorenzo Muñoz
Desde hoy, Onofre Merino, un cuñado de Lorenzo Muñoz que vivía a 150 metros de la escena del crimen, enfrenta un juicio por encubrimiento agravado. El femicida fue encontrado 23 días después de asesinar a Karina y Valentina, el 17 de marzo, ahorcado entre unos arbustos a 200 metros de la escena del crimen. Por la autopsia, hubo un margen de 20 horas en las que Muñoz estuvo prófugo y pudo haber recibido colaboración. Merino fue detenido el 3 de marzo y los perros marcaron su camioneta, donde había cuchillos y sangre.
Fuente lmneuquen