Luego de una intensa búsqueda, el cuerpo de Fátima Acevedo apareció en un pozo durante el Día Internacional de la Mujer. Había denunciado a su ex pareja, quien quedó detenido.
Fátima Acevedo había denunciado por violencia de género a su ex pareja, Jorge Martínez, quien quedó detenido como responsable de su femicidio. A lo largo de la relación, la mujer sufrió un calvario que siguió aún después de la denuncia.
A una semana de su desaparición, el cuerpo de Fátima Acevedo fue encontrado en un pozo de Paraná, Entre Ríos, el cual se ubicaba cerca del lugar donde vivía la víctima. A partir de distintos testimonios, se reveló que la mujer sufrió distintos hechos de violencia por parte de su ex pareja.
Entre las agresiones se incluyen desde ataques con ácido, amenazas con cuchillo y golpes cuando se negaba a tener sexo. Por tal motivo, Martínez, papá del hijo de la víctima, contaba con una orden de restricción.
En febrero, la mujer denunció a su ex pareja luego de que la atacara con ácido muriático y además la amenazara con un cuchillo. A raíz del hecho se estableció la restricción de acercamiento y ella empezó a vivir en la Casa de la Mujer. Sin embargo, días después lo vio en dicha zona y volvió a radicar la denuncia.
Martínez solía amenazarla diciendo: “si no sos mía no sos de nadie”, de manera que al desaparecer el 1 de marzo, una amiga de Fátima Acevedo hizo la denuncia por desaparición.
Luego de una intensa búsqueda, el cuerpo de la víctima fue encontrado y el principal sospechoso fue Martínez. A partir de la investigación, la fiscalía reveló que hace una semana el hombre la secuestró y luego, se intentó usar la tarjeta de cobro de la víctima pero ya estaba bloqueada.
A raíz de los allanamientos, efectivos policiales encontraron distintos elementos relevantes para la causa, de manera que se ordenó la detención de Martínez. Entre los objetos, las pericias de su celular serían determinantes.
De acuerdo a lo informado por Diario UNO, en el celular del detenido había un mensaje en la aplicación Notas, donde se hacía pasar por la víctima. Allí informaba que gitanos la tenían cautiva pero se encontraba bien y en un trabajo donde ganaría mucho dinero. Además, en el mensaje dirigido a una compañera de la mujer resaltaba que extrañaba a su hijo.
