El parlamentario Alejandro Karlen pidió a la Cámara Administrativa con competencia electoral que dé de baja el Frente para la Victoria. El trámite llevará algunas semanas hasta que logre sentencia firme de parte del Superior Tribunal de Justicia. El intento de apropiación de la sigla del Frente para la Victoria es una nueva tropelía de la llamada Cooperativa que viene de fracasar en un intento de quedarse con el sello del PJ y con la lista 2.
Camino a las elecciones del próximo 2 de junio, hoy se producirá el cierre de las listas de candidatos, en un panorama en que el hecho más destacado es el de un peronismo envuelto en su peor crisis, dada su dispersión en diversos frentes y la utilización -por parte de uno de sus sectores- de una sigla cuestionada judicialmente.

 

Precisamente en este último sentido, ayer a la mañana se presentó una apelación en la Cámara Contencioso Administrativa con competencia en lo electoral, solicitando la disolución del Frente para la Victoria (FpV).
Karlen presentó un recurso de apelación contra la resolución 254 del 9 de abril de 2019 emanada del Juzgado Electoral a cargo de la juez María Eugenia Herrero, que en principio avalaba la presentación electoral del FpV. Esa decisión, empero, dejó espacio para que las instancias superiores asuman una posición contraria que, de prosperar, podría implicar la caída de la lista de candidatos por ese Frente que se acepte de manera provisoria en el día de hoy.
Alega Karlen en su presentación que no puede utilizarse ese vehículo electoral (el Frente para la Victoria) sin la participación «de su principal partido», esto es, el Partido Justicialista, que fue excluido en el mismo dictamen de la juez Herrero.
La apelación de Karlen fue formalizada ayer a la mañana. Lo hizo como parte interesada y directamente afectada por ser candidato de otro frente y ser parlamentario del Parlasur, precisamente en representación del Frente para la Victoria-PJ, y por ser afiliado al Partido Justicialista. Es además miembro del Consejo Provincial del PJ.
En el escrito, Karlen hace mención a que, en la última elección provincial, ninguno de los dos partidos que hoy conforman la alianza formaba parte del Frente para la Victoria, circunstancia de hecho comprobable, como lo es que el justicialismo, nave insignia de dicho frente, quedó judicialmente excluido, lo cual hace que una decisión en sentido contrario al pretendido generaría una notoria desigualdad con los otros frentes peronistas en carrera.
Puertas adentro del justicialismo crece una ola de indignación contra los capitostes de la llamada Cooperativa que, en pocos días, consumaron dos hechos bochornosos de alto impacto social.
Primero, el robo del sello el día del vencimiento del plazo de alianzas, lo cual fue abortado por la decisión de la juez María Herrero, la cual no fue apelada.
Luego, el intento de apropiación de la sigla del Frente para la Victoria que todo indica, conforme a los precedentes existentes, y al clima que se ha generado en la sociedad correntina, será también desestimado por las instancias judiciales recursivas.
INSEGURIDAD JURÍDICA
En su presentación de unos ocho folios, el parlamentario correntino alude a la existencia de inseguridad jurídica. Se refiere al uso del nombre de Frente para la Victoria utilizado por varios partidos políticos, entre ellos el Partido Justicialista como principal referente del mismo.
Se alude a la confusión que se produciría en el electorado, ya que en 2017 esa sigla fue asignada a otros partidos que «nada tienen que ver con el frente que hoy integran». Y que el nombre del Frente para la Victoria es sinónimo del Partido Justicialista en la entelequia popular.
El PJ integró ese FpV en las últimas 12 elecciones nacionales. Al respecto, puntualiza que «no puede utilizarse ese vehículo electoral sin su principal partido».
En su petitorio final, Alejandro Karlen peticiona a la Cámara Electoral que «por contrario imperio revoque la resolución mencionada», dejando abierta la posibilidad de llegar a la Corte Suprema por la afectación de garantías constitucionales.
Y en definitiva, pide finalmente que se ordene la disolución del Frente para la Victoria para este proceso electoral un pedimento avalado por otras expresiones del partido que no dudaron en expresar un airado reclamo por la desordenada ofensiva del fabianismo que, sin cuidar las formas, produjo otra lesión al sistema institucional de la Provincia.
En un proceso electoral signado por profundas controversias dentro del principal partido de la Provincia, esto es el PJ, asoma nítido la arbitrariedad del procedimiento de pretender el privilegio de usar en su exclusivo beneficio una sigla impuesta en el electorado, contrariando los acuerdos dados dentro del partido, tendientes a poner en un plano de igualdad a todos los sectores, que como se recordara no participaron del proceso interno, poniéndose de acuerdo en la fijación de reglas unilateralmente rotas por el fabianismo. El Libertador

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