6 de febrero de 2020  

El abogado Gustavo Morales presentó ayer, a las 10.30, el pedido de remoción del cargo de la senadora nacional Beatriz Mirkin. Lo hizo en el marco de la causa en la que se investiga la denuncia por abuso sexual contra el exgobernador de Tucumán y actual senador José Alperovich, quien tras estos hechos pidió una licencia de seis meses. La denuncia fue realizada por una joven de 29 años que trabajaba para el funcionario y, según explica Morales, es su sobrina, ya que su padre «es el primo hermano de Alperovich».

Morales, que no representa legalmente en forma oficial a la denunciante, también presentó el pedido de remoción del exgobernador. El escrito contra Mirkin establece que la senadora, denunciada en la causa por encubrimiento agravado, «habría presenciado un comportamiento delictivo» del exgobernador en perjuicio de esta mujer y «tomó conocimiento directo» por parte de ella de los hechos «de índole sexual cometidos por Alperovich».

El primer cuestionamiento contra la senadora es por lo que habría ocurrido el 21 de junio de 2018 en un viaje de retorno desde la ciudad tucumana de Juan Bautista Alberdi hasta la capital provincial. «[Mirkin] observó cómo el senador nacional José Jorge Alperovich, en el interior del vehículo en el que se desplazaban, tocaba la parte íntima» de la denunciante, «ya que iba a la par de la víctima hacia la ventanilla», dice el documento.

El escrito continúa: «Alperovich ordenó a su sobrina que pusiera las piernas a lo largo en el apoyabrazos de adelante y fue tocando […] todo el camino mientras Mirkin estaba al lado». Morales dijo a LA NACION que tal, como consta en el documento, la víctima «tiene una foto de esa situación».

Otro cuestionamiento que pesa sobre Mirkin es por lo que habría acontecido el 23 de mayo del año pasado en un café de la capital tucumana. Ese día, la víctima le habría contado a Mirkin la existencia de abusos sexuales por parte de Alperovich y ella no habría «arbitrado los medios para recurrir ante la presidencia del Senado de la Nación», como tampoco «prestado colaboración a la víctima para que efectúe la denuncia» cuando «tomó conocimiento», dice el escrito.

A su vez, la presentación indica que la senadora respondió «que aguante hasta el final de las elecciones», que «no le sorprendía lo que pasaba porque había estado presente viendo cómo la tocaba […] en uno de los viajes y que la veía sufrir». Además, dice que en ese contexto, Mirkin habría contado a la denunciante «anécdotas personales de ella y de la secretaria de ella con la que Alperovich siempre quería estar y cómo ella la protegía para mantenerla lejos de él».

El documento plantea que la senadora «transgredió» disposiciones de la ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos de sus relaciones interpersonales.

Morales dijo a LA NACION que el problema de la actitud de Mirkin «no es solo como senadora, sino como mujer». Además, explicó: «La conducta de la víctima no se entiende si no se explica que hay una estructura de poder perversa».

Las denuncias por abuso sexual contra Alperovich están sindicadas en la Justicia tucumana y en la porteña. La Corte Suprema decidirá adónde se radica la causa unificada. Morales detalló que los hechos a investigar son siete: dos en la ciudad y cinco en Tucumán.

«En la ciudad hay otra dinámica que en Tucumán, donde hay una parálisis total y no se avanza», dijo Morales. Los primeros dos abusos se habrían dado en el edificio ZenCity, de Puerto Madero. La Justicia porteña ordenó el mes pasado una inspección ocular allí y el abogado de Alperovich, Mariano Cúneo Libarona, dijo que la denunciante «incurrió en contradicciones». Sobre eso, Morales indicó que «los hechos están totalmente probados».

Desde el entorno de Mirkin manifestaron a LA NACION que hasta anoche no había sido notificada de la presentación y que por ese motivo no haría declaraciones.

Por: Paula Rossi FUENTE LA NACION

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