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Masiva marcha en apoyo al Gobierno y contra la corrupción K: Mauricio Macri agradeció emocionado desde un balcón de la Casa Rosada
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Hace solo trece días Mauricio Macri enfrentó los micrófonos de Costa Salguero con el gesto adusto y desencajado por la abultada derrota en las PASO, que no esperaba. El búnker oficialista era pura desolación. Este sábado, en un marco totalmente distinto, el Presidente salió del balcón de la Casa Rosada para saludar a los miles de manifestantes que se movilizaron para brindarle su apoyo hasta allí y también en decenas de plazas de todo el país.
Macri, en Casa Rosada.
Fue la segunda vez en todo su mandato que el Presidente salió al balcón de la Rosada. La primera y última había sido el día de su asunción, cuando bailó al ritmo de Gilda. Esta vez el jefe de Estado no esperaba semejante movilización. Apenas pasadas las 19, en medio de una ovación, apareció ante la multitud acompañado por su esposa Juliana Awada para saludar a sus militantes.
Minutos antes, sus colaboradores habían atado una enorme bandera argentina que caía sobre la fachada de Balcarce 50. A pocos metros, del frente de la Casa de Gobierno, completaba la postal la imagen de José de San Martín, que Presidencia colgó con motivo del 169 aniversario de la muerte del Libertador.
Macri permaneció cerca de 15 minutos en los que saludó a la Plaza, hizo gestos de abrazos para sus seguidores y revoleó la pequeña bandera argentina que por momentos sostenía la primera dama. También se sumó a los cánticos que subían desde la Plaza. “Sí se puede” fue el que más se escuchó durante toda la tarde. “No aflojemos, lo vamos a dar vuelta. ¿Cómo no vamos a salir adelante? Con ustedes, por favor, podemos, claro que podemos, vamos a ser mejores”, arengó el mandatario en un video, que grabó de espaldas a plaza y publicó en sus redes.
Pidió tiempo con las manos y regresó para tomarse una selfie que posteó en Instagram. “GRACIAS ARGENTINA!!!! SIGAMOS JUNTOS” era el epígrafe. La plaza quedó iluminada con la linternas de los celulares de los miles de manifestantes.
Se quedó otros 15 minutos y partió a su quinta, Los Abrojos. “Estaba más emocionado que sorprendido”, evaluó uno de los funcionarios que le sigue los pasos al Presidente. En la Plaza de Mayo, en vano, un hombre reclamaba que dijera unas palabras.
Un rato antes de que Macri arribara a la Rosada se abrieron las rejas que dividen la Plaza y siempre permanecen cerradas. “No había peligro y fue una decisión de la Ciudad”, explicaron en el Ejecutivo.
Finalmente, la masiva movilización de este sábado resultó un calco del #1A, la marcha del 1 de abril de 2017, que significó un tubo de oxígeno para el Presidente y su administración. Aquel año, el oficialismo terminó por ganar las Legislativas. Ahora el desafío es superior: debe revertir el sinsabor y achicar la diferencia de 15 puntos que Alberto Fernández le sacó en las primarias para soñar con un balotaje.
En 2017 como este sábado la convocatoria corrió por cuenta de las redes. La Casa Rosada tomó prudente distancia entonces y ahora, aunque las dos veces parte de la estructura de voluntarios -con comunicación con el búnker macrista- empujó la convocatoria. El actor y dirigente radical Luis Brandoni hizo circular un video en los días previos, que conmovió a Macri.
Hace dos años y ahora, la consigna elegida para la convocatoria no fue partidaria del Gobierno. En 2017 fue “por la democracia”. Esta vez, “por la república”.
En el oficialismo -entonces y ahora- había incertidumbre sobre cómo responderían sus seguidores. En un lento goteo, los manifestantes fueron llegando minutos antes de las 16 hasta el obelisco. A las 17, la hora señalada, no había más de tres mil. En su mayoría eran mayores. Las banderas argentinas se multiplicaron y se escuchaban canciones patrias: desde el himno a la marcha de San Lorenzo.
La policía debió cortar el tránsito primero en Corrientes y luego en Diagonal Norte. Los manifestantes comenzaron a marchar hacia la Plaza de Mayo, que también se llenó de jóvenes y de adultos de mediana edad, con chicos.
Los cánticos a favor de Macri –“Ponga Huevo, Mauricio Ponga Huevo”; “Para Mauricio la reelección” y a favor de María Eugenia Vidal («Ahora, Vidal gobernadora) encendieron a la gente tanto como aquellos antikirchneristas y antiperonistas. “Hay que saltar, hay que saltar, el kirchnerismo no vuelve más”, fue uno de ellos. “El que no salta es un chorro” y “Vinimos con la SUBE” fueron otros de los que se mezclaron con los pedidos de mayor fiscalización.
Los seguidores oficialistas remarcaban que no los había movilizado ningún “aparato”; también que la Catedral permanecía con las puertas abiertas y que el Cabildo no recibiría pintadas.
Ante la falta de columnas que organizaran la manifestación, por momentos los cánticos se superponían. En otros, el silencio ganaba la Plaza hasta que los drones -que Marcos Peña pidió jubilar y sobrevolaban la plaza- avivaron los ánimos.
Los medios también estuvieron en la picota. Los manifestantes reclamaban más cobertura y se escucharon cuestionamientos a “los periodistas panqueques”. Un móvil de C5N debió retirarse ante reiteradas agresiones.
Las movilizaciones se replicaron en todo el país, las más importantes fueron en La Plata, Mendoza, Córdoba, pero también se replicaron en otras provincias como Chubut, Entre Ríos y Tucumán.
El Presidente retomará su agenda el lunes con reuniones de Gabinete y de seguimiento en la Casa Rosada.
Marcha en apoyo a Mauricio Macri en Plaza de Mayo. Foto Marcelo Carroll