Ex funcionarios de Defensa Civil se sentaron en el banquillo de los acusados.Un testigo dijo que cobraban poco y se lavaban la ropa de trabajo.
Los imputados por la causa de los cuatro brigadistas que murieron calcinados en un voraz incendio ocurrido en Guachipas hace casi cinco años, se abstuvieron de declarar ayer durante la primera jornada del juicio.
La audiencia, a cargo del juez de Garantías 4, Diego Rodríguez Pipino, se inició cerca de las 9 en el Salón de Grandes Juicios de la Ciudad Judicial.
Tras la lectura de la requisitoria fiscal y de las querellas, y planteos de nulidad por parte de las defensas de los imputados, que no prosperaron, el magistrado abrió el debate y le preguntó a los imputados: Víctor Jesús de Ola Castro, Roberto Durnelli y Víctor César Dagum, acusados del delito de incumplimiento a los deberes de funcionario público, si harían uso de su derecho a declarar, a lo cual se abstuvieron. Sus abogados defensores explicaron que por el momento sus defendidos no harían uso de la palabra pero que tal vez hablarían durante el proceso.
Posteriormente, prestó declaración testimonial Pablo César Rivas, personal de la Brigada Forestal, quien había participado del operativo en el que perdieron la vida las víctimas: Mauricio Valdez (27), Víctor Humberto Ferreyra (37), Martín Albarracín (27) y Matías Daniel Vilte (22).
Los cuatro brigadistas murieron calcinados en un voraz incendio ocurrido en el cerro conocido como «El Acheral», en la localidad de Guachipas, el 27 de octubre de 2014.
El testigo Rivas contó: «Soy brigadista forestal. Hace cinco años que estoy, en planta provisoria. Había entrado como brigadista unos cinco meses antes».
Al ser consultado por la fiscal penal Mónica Poma sobre las tareas específicas que realizaba, Rivas respondió: «Estamos preparados para llevar la mochila, los elementos y estar atentos a lo que diga el jefe de cuadrilla. No nos mandamos solos».
Luego sostuvo: «No hice un curso. Me capacitaron adentro. Sé subir al camión, llevar los elementos, sofocar incendios y permanecer siempre en la línea».
«No la pude hacer por problemas personales», remarcó en referencia a la capacitación. «No pude subir al camión ese día. El curso se hizo en el Ejército. Fue antes del incendio», agregó.
La fiscal indagó sobre quienes hicieron el curso. «Mis compañeros lo hicieron: Valdez y Vilte. Albarracín ya tenía el curso y Ferreyra también lo tenía hecho, era el jefe de la cuadrilla», contestó.
Rivas expresó que Valdez y Vilte habían entrado a trabajar tiempo después que él. «Ellos entraron a despeje público, limpieza, desmalezamiento. Luego de un tiempo yo hice un poco de desmalezado con ellos», indicó.
El testigo aseguró tener bastante experiencia en incendios forestales. En este sentido, argumentó: «Yo salía con el jefe de la cuadrilla. Salí con el señor Cenzano, durante dos años».
Y se refirió a las tareas que realiza un jefe de cuadrilla. «El ve que el personal entre bien, que no hayan problemas entre ellos, que la ropa y el camión estén en condiciones».
Sueldo
«Ferreyra era el jefe. Tuve la oportunidad de salir a incendios al Campo Militar, La Caldera, La Calderilla. El tenía diez años de antigedad. No era una persona de mucho hablar», agregó.
Con relación a los salarios de los brigadistas, punto en el que ahondó la fiscal Poma, Rivas dijo: «Habían cosas que no se hablaban. A mí no me alcanzaba la plata, 800, 600 pesos ganaba. Era poquito. Tenía que pagar una parte de monotributo. Ferreyra era personal efectivo».
El brigadista declarante sostuvo que solían llevar comida cuando iban a sofocar un incendio y que solían llevarse su ropa para lavarla en casa».
La segunda parte de la declaración del brigadista forestal Pablo César Rivas, quien había participado del operativo en el que perdieron la vida las víctimas, estuvo relacionada a la tragedia.
«Una semana antes, un compañero comentó que había un incendio por Guachipas pero no estábamos seguros», dijo.
“A la semana llegué, ingresé a la guardia. Ferreyra me dijo que no tenía que presentarme ese día y yo le contesté: ‘Mirá Ferreyra, a mí nadie me dijo nada, ni me mandó un mensaje por WhatsApp ni me llamó, así que vine. En ese momento me quedé con él”, continuó su relato, al tiempo que se quebró emocionalmente por lo que permaneció unos minutos en silencio. Las partes le expresaron que se tomara su tiempo.
Cuando pudo retomar la palabra, manifestó: “No me acuerdo qué día fue. Se comunica que debíamos salir a Guachipas. Se estaba preparando la cuadrilla. Yo hablé con mi señora diciéndole que me iba de viaje. Ferreyra me dijo que había hablado adelante. Luego salimos”.
Jerarquías
Con respecto a los cargos y jerarquías de los funcionarios de Defensa Civil, punto sobre el que indagó la fiscalía, Rivas indicó: “Durnelli era jefe, por debajo de Dagum. Estaba en lo que era Patrimonio para la Brigada, es decir, equipos, uniforme, el camión. Con Dagum no hablé. Ola Castro era la parte principal de Defensa Civil. No sé como se movilizaban”.
Y recordó que hacia Guachipas partieron en una cuadrilla Albarracín, Vilte, Valdez, Ferreyra y él.
“Eran más de las dos de la tarde. Nos dijeron que íbamos a una finca. Habíamos llevado el móvil 25, un tanque con 60 litros de agua, manga flexible, acople rápido, machete, filtro, heladera y comida. Eran milanesas”, recordó.
“El único que tenía plata era yo. El jefe de cuadrilla definía qué llevábamos. El señor Espinoza llevaba un handy que lo había comprado. Era de él. Todos usábamos celular. Había una radio en la camioneta. Ferreyra llevaba su handy y Martín también tenía uno”, comentó.
Con relación a la información con la que contaban sobre el siniestro, detalló: “Sabíamos que estaba prendido y que había caído un rayo. Cuando llegamos, mis compañeros se habían subido a un lugarcito alto. Ferreyra bajó, habló con Martín porque se veía bastante fuego”.
Luego contó que los recibió en el lugar el dueño de la finca, cuyo nombre no recordó. “Bajamos las cosas. Había un cuarto, camas cuchetas. Ferreyra nos dijo que teníamos que estar descansados, que él iba a observar el lugar. Eligió el equipo que iba a ir con él y yo me quedé con Espinoza y el dueño de la finca”, finalizó.
El segundo testigo que declaró fue otro brigadista comisionado al incendio en Guachipas, Esteban Edigio Espinoza, quien expresó que se desempeña desde hace diez años en Defensa Civil y que posee experiencia. Aseguró que la ropa utilizada era ignífuga y que había recibido los elementos necesarios, incluso una máscara.
Omar Valdez, padre del brigadista fallecido Mauricio Valdez, manifestó su malestar por lo expresado por Espinosa.
“No es verdad, le dieron uniforme pero no era ignífugo. Esto lo podemos probar porque con Albarracín tenemos muestras de la ropa: la camisa, el cinto. Al escuchar esto me siento impotente pero espero que la Justicia sepa resolver esto como corresponde. Espero que se dicte la sentencia como tiene que ser”, hizo hincapié Omar Valdez. FUENTE EL TRIBUNO