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“Hemos incorporado 1.200 cuadras al servicio desde el año pasado y ahora sumamos 383 más, equivalentes a 45.960 metros lineales”, detalló Haspert.

Desde el jueves Colonia Rural Nueva Esperanza y los sectores El Trébol y Ruca Antu de la meseta contarán con el servicio domiciliario de recolección de residuos, seis días a la semana, de lunes a sábado, en el horario de 14 a 21.

Esta medida suma casi 400 cuadras más al servicio de recolección de basura y beneficia a 2.000 familias que hasta ahora depositaban sus desechos en contenedores comunitarios.
Cristian Haspert, subsecretario de Medio Ambiente, contó que con esta incorporación son ya 180.432 las cuadras que cuentan con este servicio seis días a la semana, alcanzado de este modo una cobertura de 97,8% sobre el territorio de la ciudad.

«Es un servicio muy necesario, no solamente para que no haya microbasurales sino para evitar enfermedades y la presencia de roedores porque los contenedores terminan usándose también para tirar voluminosos y otros desechos”, explicó el funcionario.

Haspert indicó que el servicio se extenderá en 279 cuadras de Colonia Rural Nueva Esperanza, en 62 cuadras de Ruca Antu y en otras 42 de El Trébol.

Dio cuenta que “con los vecinos de El Trébol y Ruca Antu hemos venido trabajando para que levanten los cables de electricidad y puedan pasar los camiones de Cliba sin riesgo de electrocución”. “Si el chofer del camión recolector ve un cable bajo no pasará por ahí para no poner en riesgo su vida y la de los operarios que recolectan la basura”, advirtió.

De hecho, siguió, “se sigue notificando a las familias a través del área de Fiscalización y también trabajando con las escuelas de Colonia Rural de Nueva Esperanza, donde la directora tomó la decisión de mandar a los padres una notita en el cuaderno de comunicaciones para llegar a todos los vecinos”.

El funcionario efectuó tres recomendaciones a los beneficiarios: “Levantar los cables de electricidad, mantener dentro de los domicilios a los perros a fin de evitar eventuales mordeduras a los operarios de Cliba, y colocar cestos a 1.40 metros de altura para que las mascotas no alcancen las bolsas”. “No pedimos que los cestos sean metálicos, para arrancar puede ser un cajón de fruta colgado sobre un paredón del vecino”, señaló.

Haspert destacó que “hemos incorporado 1.200 cuadras al servicio desde el año pasado y ahora sumamos 383 más, equivalentes a 45.960 metros lineales”.

Escuchar audio. Cristian Haspert, subsecretario de Limpieza Urbana.

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