Abril Dispenza tuvo en vilo al país en 2004, cuando era bebé y necesitaba un nuevo corazón. Su historia sirvió de impulso para que se sancionara la «Ley del Donante Presunto».
Abril Dispenza, la bebé que tuvo en vilo al país en 2004 porque necesitaba un nuevo corazón y cuya historia sirvió de impulso para que se sancionara la «Ley del Donante Presunto», cumplió 15 años y lo festejó con el equipo del Garrahan que practicó el primer trasplante del país con un órgano no compatible y con la familia de la niña que le dio la posibilidad de sobrevivir.
La familia esperaba un milagro y los médicos pusieron mucho de su parte para hacerlo realidad. «Los cirujanos Horacio Vogelfang y Gerardo Naiman me llamaron para decirme que estaban estudiando un protocolo canadiense de trasplante con sangre cruzada para el que había sólo dos precedentes a nivel mundial. Más allá de la magia que tienen en sus manos, yo destaco la valentía de los médicos, porque si dejaban pasar el órgano, Abril se moría y ellos no arriesgaban: pero lo hicieron y ella hoy está cumpliendo 15 años», celebró su padre Sergio.
Abril ahora tiene claro que quiere estudiar medicina cuando termine la secundaria; quizás conmovida por la proeza de la ciencia médica que le permitió sobrevivir y el ejemplo de tantos médicos que la atienden en el Hospital Garrahan desde que era una bebé.
Abril nació completamente sana el 10 de agosto de 2002, pero cuando tenía apenas un año fue afectada por un adenovirus que se le alojó en el corazón provocándole una cardiopatía que se agravó hasta dejarla en emergencia nacional para un trasplante.
Con información deTelam